Oraciones Catolicas Milagrosas.
Señor,
y sucedió una vez
que sobre la tierra desnuda y virgen
broto de improviso
una flor hecha de nieve y fuego.
Fue llama que extendió un puente de oro
entre las dos riberas,
guirnalda que engarzo para siempre
nuestras vidas y nuestros destinos.
Señor, Señor fue el amor con sus prodigios,
ríos, esmeraldas e ilusiones.
Gloria a Ti, horno incandescente de amor!.
Paso el tiempo,
y en el confuso esplendor de los años
la guirnalda perdió frescor,
y la escarcha
envolvió a la llama por los cuatro costados.
La rutina ,
sombra maldita, fue invadiendo,
sin darnos cuenta, y penetrando
todos los tejidos de la vida.
Y el amor comenzó a invernar.
Señor, Señor, fuente de amor,
dobladas las rodillas
desgranamos ante Ti
nuestra ardiente suplica.
Se Tu en nuestra casa
lampara y fuego,
pan piedra y rocio
viga maestra y columna vertebral.
Restaña las heridas cada noche,
y renazca el amor cada mañana
como fresca primavera.
Sin Ti nuestros sueños rodaran por la pendiente.
Se Tu para nosotros escarlata de fidelidad,
espuma de alegría y garantía de estabilidad.
Mantén ,Señor, alta como las estrellas,
en nuestro hogar, la llama roja del amor,
y la unidad como rió caudaloso,
recorra e irrigue nuestras arterias por los días de los días.
Se Tu, Señor Dios, el lazo de oro
que mantenga nuestras vidas
incorruptiblemente entrelazadas
hasta la frontera final
y mas allá.
Asi sea.
Oraciones Catolicas Milagrosas.
Señor,
y sucedió una vez
que sobre la tierra desnuda y virgen
broto de improviso
una flor hecha de nieve y fuego.
Fue llama que extendió un puente de oro
entre las dos riberas,
guirnalda que engarzo para siempre
nuestras vidas y nuestros destinos.
Señor, Señor fue el amor con sus prodigios,
ríos, esmeraldas e ilusiones.
Gloria a Ti, horno incandescente de amor!.
Paso el tiempo,
y en el confuso esplendor de los años
la guirnalda perdió frescor,
y la escarcha
envolvió a la llama por los cuatro costados.
La rutina ,
sombra maldita, fue invadiendo,
sin darnos cuenta, y penetrando
todos los tejidos de la vida.
Y el amor comenzó a invernar.
Señor, Señor, fuente de amor,
dobladas las rodillas
desgranamos ante Ti
nuestra ardiente suplica.
Se Tu en nuestra casa
lampara y fuego,
pan piedra y rocio
viga maestra y columna vertebral.
Restaña las heridas cada noche,
y renazca el amor cada mañana
como fresca primavera.
Sin Ti nuestros sueños rodaran por la pendiente.
Se Tu para nosotros escarlata de fidelidad,
espuma de alegría y garantía de estabilidad.
Mantén ,Señor, alta como las estrellas,
en nuestro hogar, la llama roja del amor,
y la unidad como rió caudaloso,
recorra e irrigue nuestras arterias por los días de los días.
Se Tu, Señor Dios, el lazo de oro
que mantenga nuestras vidas
incorruptiblemente entrelazadas
hasta la frontera final
y mas allá.
Asi sea.
Oraciones Catolicas Milagrosas.
que hermosa oracion
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